sábado, 28 de agosto de 2010

Presencia obligada

Los hijos argumentan a favor de su teoría: cada uno fue el UNICO que se preocupó por su madre, el que más hizo por ella en... los últimos dos días.

Los nietos hacen planes para más tarde (es viernes), organizan cómo harán para volver a tiempo para el acompañamiento al cementerio.

Casi todos ellos se esfuerzan por mostrarse desgarradoramente tristes al entrar alguna persona a la sala. No vaya a ser que sin querer alguien se de cuenta que no les interesa. 
Los más descarados ya están tasando los bienes que dejó.

La "celebrada" yace con una expresión desfigurada, de dolor, de agonía, pero nadie repara en su cuerpo, ni en su ausencia.

Yo sólo puedo recordar la última vez que la vi (hace menos de un mes), cuando, en un asomo de lucidez en la inmensidad de los pensamientos que la aturdieron por la edad, me dijo: "me siento muy sola, ya no me queda ni con quién conversar".

Hacía diez años que no iba a un velorio. Es horrible, pero no por la muerte en sí misma, sino por lo que saca a relucir en la gente.

martes, 17 de agosto de 2010

Me "·$%&/ en la "·$%/(&


Espasmo bronquial.
FaringoLaringitis.
Fiebre.
Dolor de cabeza.
Ataque de hígado (producto de tanto medicamento)

Ya quiero que termine este gran-putísimo invierno!!!!!!

He dicho!

lunes, 16 de agosto de 2010

Es lo que hay, después del salbutamol y la betametasona...

Si gusta de la poesía asquerosamente cursi y depresiva: lea, de lo contrario pase de largo y espere que a la dueña del blog se le ocurra algo para postear con la ortivez e intento de ironía superada que carazterizan este espacio.


Nota1: Por qué este tipo de post? Se preguntará ud., bien, a este poema por ahí le pusieron música y hace una semana que no deja de sonar en mi cabeza! Me quiero exorcizar, no se puede andar con tanta letra nostálgica en la cabeza, tiñe y arruina mis otras ideas.





Hubiera podido ser
hermoso como un jacinto
con tus ojos y tu boca
y tu piel color de trigo,
pero con un corazón
grande y loco como el mío.
 
Hubiera podido ir,
las tardes de los domingos,
de mi mano y de la tuya,
con su traje de marino,
luciendo un ancla en el brazo
y en la gorra un nombre antiguo.
 
Hubiera salido a ti
en lo dulce y en lo vivo,
en lo abierto de la risa
y en lo claro del instinto,
y a mí... tal vez que saliera
en lo triste y en lo lírico,
y en esta torpe manera
de verlo todo distinto.
 
¡Ay, qué cuarto con juguetes,
amor, hubiera tenido!
Tres caballos, dos espadas,
un carro verde de pino,
un tren con cuatro estaciones,
un barco, un pájaro, un nido,
y cien soldados de plomo,
de plata y oro vestidos.
¡Ay, qué cuarto con juguetes,
amor, hubiera tenido!
 
¿Te acuerdas de aquella tarde,
bajo el verde de los pinos,
que me dijiste: ¡Qué gloria
cuando tengamos un hijo! ?
Y temblaba tu cintura
como un palomo cautivo,
y nueve lunas de sombra
brillaban en tu delirio.
 
Yo te escuchaba, distante,
entre mis versos perdido,
pero sentí por la espalda
correr un escalofrío...
Y repetí como un eco:
«¡Cuando tengamos un hijo!...»
 
Tú, entre sueños, ya cantabas
nanas de sierra y tomillo,
e ibas lavando pañales
por las orillas de un río.
 
Yo, arquitecto de ilusiones
levantaba un equilibrio
una torre de esperanzas
con un balcón de suspiros.
¡Ay, qué gloria, amor, qué gloria
cuando tengamos un hijo!
 
En tu cómoda de cedro
nuestro ajuar se quedó frío,
entre azucena y manzana,
entre romero y membrillo.
 
¡Qué pálidos los encajes,
qué sin gracia los vestidos,
qué sin olor los pañuelos
y qué sin sangre el cariño!
 
Tu velo blanco de novia,
por tu olvido y por mi olvido,
fue un camino de Santiago,
doloroso y amarillo.
 
Tú te has casado con otro,
yo con otra hice lo mismo;
juramentos y palabras
están secos y marchitos
en un antiguo almanaque
sin sábados ni domingos.
 
Ahora bajas al paseo,
rodeada de tus hijos,
dando el brazo a... la levita
que se pone tu marido.
 
Te llaman doña Manuela,
llevas guantes y abanico,
y tres papadas te cortan
en la garganta el suspiro.
 
Nos saludamos de lejos,
como dos desconocidos;
tu marido sube y baja
la chistera; yo me inclino,
y tú sonríes sin gana,
de un modo triste y ridículo.
 
Pero yo no me doy cuenta
de que hemos envejecido,
porque te sigo queriendo
igual o más que al principio.
 
Y te veo como entonces,
con tu cintura de lirio,
un jazmín entre los dientes,
de color como el del trigo
y aquella voz que decía:
«¡Cuando tengamos un hijo!...»
 
Y en esas tardes de lluvia,
cuando mueves los bolillos,
y yo paso por tu calle
con mi pena y con mi libro
dices, temblando, entre dientes,
arropada en los visillos:
«¡Ay, si yo con ese hombre
hubiera tenido un hijo!...»

sábado, 7 de agosto de 2010

El rata


Ese que durante el secundario jamás ponía las monedas para comprar la coca a la salida, pero que a la hora de tomar y probar los 3-D jamás se negaba.

Ese que no iba a visitar a nadie en sus cumpleaños porque, según él, no tenía ni para el cospel.

Ese que en la adolescencia armaba salidas a todos lados para luego aparecer con el discurso: "pero no tengo un mango, así que no sé qué podemos hacer".  Yo digo: no era mejor quedarse en su casa entonces? Encima tiraba esa frase justo en la entrada del boliche o después de haber tomado las cervezas, cuando a los demás no le quedaba más opción que bancarle su parte.

Ese que se pagó una carrera terciaria CARISIMA pero que nunca fue capaz de comprarle a alguien una puta tarjeta para el día del amigo o un méndigo alfajor siquiera para los cumpleaños. Ese que jamás estrenó ropa y espera que algún boludo deje de usar algo para pedírselo.

Ese que todos en el grupo se bancaron en parte porque lo creyeron buen amigo y en gran parte porque consideraban que no era su culpa haber crecido en una familia tan miserable (en cuanto a actitud y no a recursos).

Ese que en unas vacaciones que supo que todos iban a los valles se presentó un día en el camping: sin plata para volver, sin comida, sin bolsa de dormir, sin toallas NI ROPA y que dio por sentado que el resto le proveería de todo lo que necesitara para pasar tres días espectaculares en los valles, poniéndose hasta el orto con guita ajena, secándose con toallones que no eran suyos, abrigándose con camperas que no había pagado y durmiendo en bolsas de dormir que no se había tomado el trabajo de cargar hasta ahí, mientras los demás -que fueron tan BUENUDOS como para no dejarlo en banda- incubaban una úlcera del tamaño de Africa. 
Ese que cuando se presentó en los valles ya tenía 25 años y todavía ni asomo de buscar laburo y garparse algo en su vida.

Ese que cuando AL FIN consiguió trabajo, y se vislumbró la esperanza de que dejara de vivir de una manera tan repugnante, se volvió más aca (expresión tucumana si la hay) que antes.

Ese que después de comenzar a trabajar y haber cobrado varios sueldos todavía cuando salen a un bar dos o tres, piden todos lo que saben que pueden pagar, excepto él que pide a lo loco, para que cuando traigan la cuenta ponga la cara de pollito mojado que todos conocen y diga "ay, sólo traje cinco pesos, me bancan el resto?".

Sí, ese, además de haberles visto la cara a todos los PELOTUDOS que tuvo de amigos en su vida, es una rata superdesarrollada que salió de las cloacas, se comió un bebé humano y creció en una familia común. No hay otra explicación. Se camufló muy bien y encima tuvo unos padres de esos que hasta los treinta años le compran la ropa interior a sus hijos.

Yo me lo pude bancar en el secundario y hasta hace un tiempo incluso, porque no me costaba tanto ganar dinero y comprar todo lo que tengo, pero ahora no soporto a esos personajes. Creo que en todo grupo debe haber uno. 

Tendrán solución estos descarados y la p$%& que los "·$$%&?

lunes, 2 de agosto de 2010

Preguntas que definen la existencia... o no tanto

Por qué al parecer todas las novelas terminan con un matrimonio? (Y digo al parecer porque mi vieja, mis amigas, mis compañeras de trabajo viven hablando de novelas, en lo que a mí respecta sólo veo series que bajo de la interné)

Por qué el día que más sueño tenés, que anhelás la siesta, SIEMPRE ese día pasan ocho millones de cosas que te impiden conciliar el sueño; y las siestas que tenés ganas de hacer un montón de cosas TODOS duermen y terminás aburrido jugando al Bubble Town en tu celular?

Por qué hay bloggers que siguen pasando a comentar "pasá por mi blog, me encantó el tuyo" y después leés exactamente EL MISMO comentario en nueve blogs diferentes; son políticos en campaña o qué onda? No pueden simplemente comentar y dejar a tu libre albedrío si pasás por el de ellos o no?

Por qué será que no soporto ningún tipo de imperativo? Odio todo lo que suene a orden; hoy sin ir más lejos, me estaba por comprar un abrigo que me gustó mucho pero no necesitaba, estaba meditando sobre el gasto cuando la que intentaba venderlo me apuró: "llevalo ahora que es el último de ese color". O sea... decir algo como "me parece que deberías llevarlo, si yo fuera vos lo llevaría" te hubiera dado más resultad, pero tu intento de apurarme te hizo perder; NO ME DIGAS LO QUE TENGO QUE HACER!!!

Por qué la Bú (con sus cuatro años) entiende cosas de la vida que a mí me llevaron 28 años comprender? Seré boluda o habré perdido al crecer esa simplicidad para ver las cosas que te da la inexperiencia?

Por qué ningún blogger que pasó por aquí pudo compartir mi fanatismo por Seinfeld?

Por qué no nací en el caribe si tengo esta terrible alergia a los cambios de clima en invierno?

Por qué hay gente que me quiere comentar sobre el programa de Tinelli? No entienden que ese programa es BASURA?

Por qué una "psicóloga" publicó un artículo sobre el matrimonio entre gays en el que afirmaba que "está científicamente comprobado que para que un niño crezca sano necesita tener padres de sexo diferente" y nadie le quitó la licencia o la mató para que no se reproduzca? 
Digo... porque si encima esa psicóloga es master en no-sé-qué y super reconocida, es una clara deshonra a la carrera. Yo le preguntaría a esta mina:
Así que científicamente comprobado... Mirá vos... Y la investigación "científica" se hizo sobre qué población, qué muestra, en qué año, qué pruebas se realizaron, cuáles fueron los resultados arrojados, el grupo de control, etc. Porque ME IMAGINO que esta psicóloga sabe cómo se hace una investigación científica y no dijo eso sólo porque sonaba lindo y quería escudarse en su título para defender la parcialidad de sus dichos.

Por qué termino renegando cuando me pongo a pensar?

Ustedes se plantean dudas sobre la vida cotidiana?