martes, 15 de septiembre de 2009

Carácteres segunda parte

El hiperpositivo
Son esos raros especímenes cuasi humanos para los que TODO está RE BIEN, PERFECTO siempre, esa onda: "aaaaaaayyyyyyyy cómo estás, qué linda la vida, qué feliz soy, la vida me sonríe, es rosita con algunos colores pastel quizá, pero siempre todo lindo, y para vos?", es esa gente que nunca te muestra un hilito de imperfección, que mantienen una máscara constante, así hayas tenido trato por años; esa clase que si vos contás un problema, no sólo te van a decir "aaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyy" con cara de quien intenta demostrar aflicción pero no le sale, sino que acto seguido te van a recordar que a ellos eso no les pasa, porque todo en sus vidas es maravilloso. Son aquéllos que algún día saldrán (o ya salieron quizá) a un lugar público con una escopeta a repartir tiros a quien venga. Eso temo, por lo que recomendaría mantener distancia.

El optimista irremediable
También hay gente que percibe todo según el filtro constante de un optimismo casi palpable, genuino, esta gente me encanta, pueden ser muy buenos amigos; son esas personas que pueden dar vuelta a cualquier situación, por más negativa, triste, trágica, vergonzosa que fuere, y volverla algo constructivo para el que le toca vivirla; ojo, no hablo de alguien estilo "hiperpositivo" no, me refiero a esas personas que, sin abandonar la realidad, te plantean una perspectiva muy distinta sobre las personas y las situaciones chotas con las que te podés encontrar en la vida.

El colgado
Son esos que nunca se enteran de nada (o al menos eso parece), los que viven en una nube que, a mí particularmente, me encantaría visitar de vez en cuando. Siempre parecen estar en otra, aunque te escuchen, lo cual notás cuando te hablan de un tema al que hiciste mención alguna vez, aunque esa vez haya sido un mes atrás. Como amigos son un cago de risa, pero ojo con intentar ser novia de un colgado, con lo demandantes que podemos llegar a ser a veces las mujeres (no todas, aclaro... ya aprendí que hay que hacer eso); decía: un novio colgado más una mina promedio (demandante): desastre asegurado.