sábado, 7 de junio de 2008

Junio 7, 2008


Fue simple.
No fue la entrega exquisita de nuestros cuerpos idealizados por un amor prístino, repentino, de naturaleza celestial, bla bla bla.
No fue un momento digno de una escena de amor de película de Hollywood, pero no menos importante o más "olvidable" por eso. Nada que ver.
No fue algo que describiría en poemas que insinúen lo sucedido, engrandeciéndolo, ornándolo.
No fue un momento precedido por promesas de amor eterno, o charlas super empalagosas, esas en las que los amantes juran que no alcanzan las palabras para expresar la inmensidad de sus sentimientos.
No. Fue simple.
Tenía ganas. Tenías ganas. Hicimos el amor. Me encantó.