domingo, 8 de junio de 2008

La suicida


fue un sueño
sólo un sueño... o no?

te veía llegar
la bruma te acariciaba
emergías de la inmensidad
el azul del cielo a tus espaldas se abovedaba
tu imagen sublime permanecía intacta
hacía mí te traían tus pasos
creía sentirme ya casi en tus brazos

pero entonces todo cambiaba
tu rostro divino
con la luz se extinguía
tus ojos perfectos
no lloraban la bruma
ya no estabas
me consumía de repente la soledad absoluta
tu peor pesadilla: la soledad absoluta
me envolvía y nuevamente me preguntaba
adónde te has ido?
qué constelaciones,
qué hilaciones de pensamiento
te habían traído casi a mi encuentro?

te veía aún cuando mis párpados pesados
la oscuridad aislaban
los trazos perfectos de tus formas
me cautivaban

y al fin tan concentrada estuve
en continuar mi vida sólo para recrearte en mi mente
que en un descuido al abrir los ojos
me observé tendida
sobre un trigal infinito,
extasiada en tu recuerdo, inerte

pero las voces continúan aturdiéndome
y obligándome a permanecer en esta realidad
en la que, por más que te busque
continúas ausente

no puedo aceptar que te hayas ido
por lo cual hoy decido
volver a tenerte
cerraré mis ojos,
te veré de nuevo...
buscaré la muerte...