Un año exacto hoy... lo noté sólo porque me escribiste.
Te lo pedí y te lo pido de nuevo: no más contacto. No queda espacio alguno en mi vida, mi tiempo, mi mente, mi corazón, mi pensamiento, lo que fuere... para vos. Tus recuerdos son apenas imágenes que ya no logran provocarme la más mínima sensación de rencor, amor, nostalgia, nada; no hay ni siquiera un vacío. Leer tu nombre, encontrar otra mínimo detalle de esos que tuviste conmigo por ahí perdido en un cajón; una carta, alguna otra foto en la que estamos juntos... ya representan sólo aconteceres que no tienen ningún tipo de trascendencia.
El espacio que dejaste se ha llenado de a poco con otras personas, otras experiencias, otras escenas;
los sueños, los planes, los anhelos ya no son más que palabras que pude haber dicho pero apenas podría recordar (y con gran esfuerzo); simplemente es así.
No hay enojo, ni siquiera en mis momentos de tristeza, de angustia, de llanto, puedo anhelarte (como lo hacía hasta hace un tiempo); estos doce exactísimos meses te han despojado de toda investidura libidinal (diría el genial Freud).
Ya fue... los tres años juntos ya fueron, se perdió todo... Y me siento feliz al respecto.
El tiempo para decir lo que pensábamos pasó, el tiempo para ser "amigos" no llegará nunca; es momento de un corte definitivo; realmente, desde el fondo de mi ser, espero que seas feliz... Adiós.