lunes, 2 de febrero de 2009

Mirame y no me toques

Una vez vi en un programa de Discovery, sobre el estudio de los comportamientos de las grandes multitudes, que cada persona guarda una distancia prudencial respecto a los extraños; de manera tal como si uno estuviera rodeado por una especie de burbuja imaginaria que marca el límite de cada uno, esta burbuja se extiende a otra persona cuando caminamos abrazados con alguien, o de la mano, o cuando las madres cargan a sus hijos, etc. También decían que uno tiende a sentirse invadido cuando alguien irrumpe en ese espacio de delimitación imaginario que se intenta resguardar.

La gente con la que viajo en el colectivo algunos días (en una de las líneas que pasa por mi casa) no ve Discovery, y mucho menos ese programa y MUCHISIMO MENOS entiende del respeto de mi burbuja, de cualquier persona, de nada en realidad. Pero bueno, es inevitable, si viajan 60 personas en un espacio destiando a 45 como máximo, obviamente te tenés que perder tu burbuja en el bolsillo.

Pero igual... fuera de eso hay gente franelera, gente toquetona, (jajaja, qué términos! anoten) gente que se te viene encima para hablar, o que demora demasiado el abrazo en un saludo, y no son personas con las que justamente tengas demasiada confianza, no son ni siquiera amigos.

Bueno, esa gente me molesta.

Y hoy me molestaban más que nunca. Me levanté de mal humor, descompuesta creo en parte por todo lo que comí ayer, tenía náuseas. Encima tuve que viajar en esa linea de colectivo en la que parecemos ganado (todos menos yo, obvio, que de vaca no tengo nada =P). Ya entonces me puse re histérica, tratando al pedo de evitar que la gente me roce (con sus codos, sus brazos, sus rodillas, sus mochilas, sus bolsos, sus caderas superdesarrolladas en algunos casos), queriendo aspirar el mínimo aire necesario para no morir por los olores que se percibían.

Encima cuando bajo me encuentro con un par de esas personas que te hablan re cerca, que te empiezan a "tocar" el brazo, el hombro, te palmean la espalda... Ah!!! No escucho nada de lo que me dicen; sólo tengo ganas de gritarles que no me interesa oler en sus alientos ni el café que se acaban de tomar, ni lo que cenaron la noche anterior, ni nada!!! y que además... NO ME TOQUEN, poniendo por supuesto una cara de loca de película que se ajuste a las circunstancias.

Menos mal que según Discovery no estoy loca por esta manía de querer evitar cierto tipo de contacto humano. Mmmm... aunque no dijeron nada de pensamientos homicidas... Mejor lo dejemos ahí, muejeje.

Breve plagiado


No más rodeos
prefiere que la besen
a quemarropa

-Benedetti-