miércoles, 6 de agosto de 2008

Aquí viene mi sinceridad, pero no...

Hace algún tiempo tomé una decisión: ser totalmente sincera y no bancarme absolutamente nada que no tenga ganas.
Apenas había resuelto ésto, me decidí ponerme a prueba a ver si podía cumplirlo.
Tons una noche que salgo con una amiga a un boliche, nos sacan a bailar; bueno, bailamos, no tenía ganas de charlar, la música estaba muy buena, re de mi época de secundario (ésto lo entenderán los que tengan 24 o más, jaja)
Cuestión que bueno, si te sacan a bailar, por lo menos tenés que responder las preguntas de rigor en esa situación, o sea: nombre, edad y ocupación.
Ivy, 25 (todavía en esa época), psicóloga. En el momento en que dije psicóloga, el chico parecía querer levantar un cerámico del piso y esconderse debajo, entonces empezó a preguntar muy nervioso:

Creés que soy muy inseguro?
A simple vista, te parezco demasiado bueno?
Por qué nunca habré tenido un noviazgo largo?

Aquí se aplica la frasecita de pérdida total de paciencia: POR DIOS!!!

No sé si sos inseguro pero te esmerás en demostrar eso;
No soy vidente así que no sé si sos bueno o no, eehh, como que no te conozco;
Nunca un noviazgo largo, eh? será porque sos un pelotudo? será porque descargás tus mambos con gente que apenas conocés demasiado pronto con la lógica reacción de cualquiera de irse a la mierda?;

Todo eso pensé;

No sé, y no me importa pensarlo, no hago consultas gratis.

Esa fue mi respuesta, a lo que este chico respondió, embolado: chau. Uiiiiiii, igual no quería pasarme ni una parte de la noche escuchando los kilombos de un completo desconocido (que no era paciente) ni tenía intenciones de volver a ver.
La verdad creía haber encontrado la fórmula mágica para alejar a alguien que no te bancás en un boliche, sin necesidad de mentir que te vas al baño y tener que esquivarlo toda la noche después: Decir la verdad; Ser brutal, cruelmente honesta. Fórmula aplicable no sólo en un boliche, sino en cualquier situación donde hubiera usado frases como:

-Después hablamos, sí? (Idea sacada de un post de Santiago en Sex & the City)
-Querés mi número de celular? Es que... no tengo celular (y apretás la cartera como para que no lo escuche si llega a sonar)
-Sabes que tengo que ir a la veterinaria a buscar el AZT para mi perrito que tiene SIDA (Copyright de la frase: El Rafa)
-Me buscan mis amigas

Mi idea era reemplazar estas frases por alguna del calibre de las siguientes:

-La verdad no me gustás
-Sos aburrido
-Me gusta otro chico y mientras esté con vos no me va a sacar a bailar
-Sólo quería que me convidaras cerveza
-El trago estaba rico, pero vos dijiste que era sin compromisos
-Transpirás mucho
-Tenés feos dientes
-Te parecés a Cuasimodo (también copyright by Rafa)
-Te reís como pelotudo
-Te rascás la entrepierna y me da asco

Digo que creía haber encontrado la fórmula mágica, porque suponía que algún varón agradecería mi sinceridad, pero... hete aquí que los hombres resultaron ser más sensibles de lo que pensaba, y me tuve que comer reclamos que fueron desde un No podés ser tan cruel, Ser honesta no siempre es una virtud, No me podés decir eso, hubiera preferido que me mientas; hasta algún desubicado que llegó a decirme Así tratás a tus pacientes, qué mala profesional sos (jajajajajajajajajajajajajajajajajaja, querés que sea tu psicóloga??? Las sesiones no se pagan con chamuyo! [Nota: atendí gente gratis, obviamente no me refiero al dinero, sino a lo irrisorio del planteo, pero aclaro para que no me tilden de capitalista])
Así que bueno, tuve que seguir mintiendo, y, de muy mala manera aprendí que no se puede confiar en la palabra de un hombre cuando te pide que seas totalmente sincera, parece que muchos en realidad prefieren la convencional mentirilla piadosa.