
Si tienen la necesidad de contar algo y no quieren que se divulgue, jamás empiecen a contarlo diciendo:
Te quiero contar algo pero por favor no se lo digas a nadie...
Está casi científicamente comprobado que esta frase será la única que creará o reforzará las ganas de su interlocutor de publicar en todos los diarios de su ciudad (más o menos) lo que fuere que le digan, aunque sea una estupidez olímpica. Mejor cuenten lo que quieren contar haciéndolo sonar como algo totalmente casual, sin importancia alguna; o guárdenselo para ustedes y su almohada, eso es más seguro.
Mmmm... ¿secretos yo?
Naaaa, en estos días estoy casi sin palabras, por supuesto que casi. Sin palabras yo: difícil, eso sí sería grave.
PD: No pasé por sus blogs por falta de tiempo, estoy a full con unas cosillas del trabajo y otras más que contaré después.