martes, 17 de marzo de 2020

Cosas que no se regalan en los cumpleaños

Falta bastante para mi cumple, y aunque no lo crean (o sí, qué sé yo) no soy una de esas personas que ama los cumpleaños. No me gustan, todo el mundo quiere organizar algo con vos y nunca terminás haciendo todo lo que querías. Bueno, o quizá sólo me pasa a mí porque soy medio boluda (hoy dudo de todo, vayan tomando nota mental de eso)

Una cuestión curiosa acerca de los cumpleaños es el tema de los regalos, lo más común es comprar ropa, accesorios, libros, perfumes; etecé, etecé, etecé. Pero hay objetos que definitiva y arbitrariamente son tachados de una lista posible de pedidos para el cumple. Yo quiero saber por qué, eh?!

Por qué no es común que alguien diga: uuuh, justo se me rompió el cooler de la fuente, me vendría de diez otro.


O:

Se me terminó el cartucho magenta de la impresora.
En unos días me quedo sin la única crema humectante que puedo usar en invierno sin brotarme toda, la venden en un solo lugar en el centro, si querés te explico cómo llegar.
Me hace falta un cortauñas.
Quiero una frazada antialérgica.
Necesito un juego de destornilladores relojeros tipo Stanley, de seis piezas por favor.
Siempre quise una bolsa de dormir y una brújula.
Al teclado de la PC se le están borrando la E y la S, así que creo que es buen momento para cambiarlo. Me gustan los chatitos, similares a los de notebook (perdón por el hueco de términos técnicos aquí)

Me gustan los aros, los perfumes (en realidad me gusta un único perfume), la ropa; no me viene mal otro jean aunque tenga once ya. No me molestaría estrenar unas botas. Pero ¿por qué nadie regala este tipo de cosas en un cumpleaños?

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