martes, 13 de octubre de 2020

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 Anatómicamente la localización no es exacta, surge en el pecho, justo arriba del esternón, allí donde hay que presionar en una maniobra de reanimación. Duda en irradiarse a la izquierda o migrar hacia arriba, para asentarse en la garganta. Por las dudas va a hacia ambos lados de manera aleatoria. Finalmente decide quedarse a mitad de camino entre dos lunares de mi pecho, y me vuelvo secundariamente consciente de cada inspiración porque la dificulta.

Más o menos así se siente cuando, como ahora, me duele el corazón.